Parte 2: Chilecito(La Rioja)-Belén(Catamarca) 220km
Seguimos camino hacia Belén, Catamarca, un recorrido de aproximadamente 220km, otro destino que nos iba a dejar nuevas anécdotas, y donde la gente nos iba a dejar sorprendidos, llegamos alrededor de las 19:30 hs por la Ruta 40, muy tranquilos, este es un punto donde es conocido por el paso del Dakar, una vez dentro de la Ciudad, empezamos a recorrer para conseguir un hospedaje, la ciudad estaba a oscuras por unos cortes no programados que hubo, en un esquina dos señoras, Sonia y la hermana, no recuerdo el nombre en este momento, paramos para consultarles por un hospedaje, cuando de repente por la curiosidad de estas personas, comienza una conversación debido a que nos preguntaban de donde veníamos, hacia donde íbamos, quienes éramos, entre otras cosas, en ese momento la señora no duda en brindarnos su hogar como hospedaje ya que tenían una casa grande y ellos no estaban nunca porque tienen un kiosco 24hs que funciona al paso de la ruta 40 entrando a la ciudad de Belén, con Cristian nos miramos como diciendo, a estas que le pasa?, a falta de estas acciones de donde veníamos y la costumbre que manejamos, nos entró una especie de duda, insistíamos en que no queríamos molestar, y ellas insistían en que nos quedemos, bueno en un momento le digo que le pagábamos a ellos, en lo que me contesta que no lo hacían para cobrarnos sino por ayudarnos y darnos una mano, hablo con Cristian y le digo bueno, tomamos algo en el kiosco ya que teníamos mesa afuera la noche estaba hermosa y vemos que hacemos…
Tomamos una gaseosa tranquilos, ellos sacaron el mate, insistían que su marido estaba por llegar y que nos llevaba a la casa asi nos acomodamos, no sabíamos que hacer, muy desconfiados los dos, de repente mate va mate viene, charla va charla viene, cuando de repente les digo, ustedes no estarán en la trata de blanca no? Que que????? Y una carcajada sobresaltaba en la mesa…
Hablando con Cristian, decidimos confiar e ir, ya estábamos ahí, y bueno, dormimos con un cuchillo al lado, jaja.
Llega Juan, el marido de Sonia, muy amable y sin dudarlo le da la llave de su casa, para guiarnos al lugar que era a pocas cuadras de ahí, llegamos al lugar, guardamos las motos, y nos entrega la llave como si nos conociéramos de toda la vida, nos acomoda una pieza, nos dice donde esta el baño y se va… Nos dejaba solos en su casa sola, no entendíamos nada, nos sorprendio todo y al mismo tiempo nos quedaba una sensación alucinante de que no todo está perdido.
Acomodamos las cosas, hablamos entre nosotros de lo que estábamos pasando, nos pegamos un buen baño, de repente cae este muchacho Juan, establecimos una conversación para conocernos, nos contamos cosas, un poco de la historia de nuestras vidas, nos confesaba que le encataban las motos y que le gustaba mucho lo que nosotros hacíamos, nos recomendó un lugar para ir a comer, y alrededor de las 22.30 salimos para allí, 1900 se llamaba el lugar.
En este lugar 1900, un mozo curioso por mi campera que decía Honda, me pregunta si tenía esa campera por algo, y empezamos a contarle sobre las motos el viaje, de donde veníamos y hacia dónde íbamos, y él nos contaba también que le gustaban las motos, tenía una Invicta, viajaba mucho a Chilecito, a este Mozo le decían el Chino, pero era de Avellaneda y vivía en Catamarca, esto nos causó mucho, después de un rato de charla nos despedimos y volvimos a la casa de Juan y Sonia alrededor de las 01:00 hs.
Para seguir sumando anécdotas a esta historia, se nos corta la luz no teníamos nada de visibilidad, estábamos en un lugar que no conocíamos con gente que no conocíamos y encima pasa esto, la gente en ese lugar estaba mucho en las veredas o en las esquinas, muy tranquilos, la noche estaba muy linda, y nosotros muy asustado, pusimos la linterna en el celular y empezamos a apurar el paso, la verdad que estábamos ca…dos hasta las patas, jajaja, por fin habíamos llegado a la casa, lo primero que hicimos fue mirar si estaban las motos, todo normal, decidimos entrar, con la llave que teníamos en nuestras manos que nos habían dejado, vamos a poner la llave, le daba para un lado no abría, le daba para el otro, nada… Dormían con la puerta abierta por eso no abria, ya estábamos viviendo y conociendo otras costumbres, nos acostamos a dormir y a descansar…
Al otro día nos levantamos, Juan ya se había ido a trabajar, Sonia tenía que hacer unos tramites así que se fue enseguida, y nos había dejado una nota en la puerta que vayamos a desayunar al kiosco, sin dudarlo, ya que queríamos ir a agradecerle la hospitalidad y darle un presente, armamos todo el equipaje, revisamos aceite y lubricamos cadena y nos fuimos para el kiosco.
Cuando llegamos allí estaba Juan, enseguida puso la pava, preparo el mate, nos pusimos a hablar, y sabiendo que si le ofrecía plata por el hospedaje se iba a ofender, decidí regalarle una remera de Motos y Viajes, y una calco para su Moto, al cual sorprendido y con los ojos brillosos se puso muy contento y enseguida se puso la remera y la calco a su moto.
Hablamos un montón entre mate y fotos, y ahí sale la conversación del Chino de 1900, en lo cual justo pasa por ahí en su Honda Invicta, para a saludarnos y sin dudarlo también le damos una calco del club, se puso contento y siguió viaje.
Ya se acercaba el medio día, después de muchos mates, charlas anécdotas, y teníamos que seguir nuestro viaje al próximo destino Tafi del Valle, Tucumán, justo apareció Sonia, para sacarnos las ultimas fotos, poder agradecerle también, despedirnos y seguir viaje, intercambiamos números telefónicos, Facebook, se hizo usuario del Club para ver los relatos y fotos y seguir nuestro viaje, y tal vez algún día volvernos a ver. Nos despedimos y partimos hacia nuestro destino… Juan y Sonia, un verdadero gusto conocerlos y hacerlos parte de esta historia…
