Bicho escribió:Bicho escribió:Esta historia comienza soñando con este viaje, como todos saben, los motociclistas soñamos con viajes a lugares remotos y recónditos, cuanto mas haya que rodar mejor, así que Cataratas era una opción y junto a otros sitios, se presentaba muy atractiva.
Luego de varias consideraciones se presenta la posibilidad de un alojamiento barato en Puerto Iguazú, consulto con Joaquín, nos ponemos de acuerdo y lo publico en Foro de M&V para ver si alguien quería acompañarnos, es así como finalmente Matías Aprea (mataprea) decidió acompañarnos. Una sola reunión nos bastó para acodar puntos básicos de un viaje como este, es decir velocidad a la que viajaríamos, paradas para descansar, que llevaría cada cual (herramientas, repuestos, etc.), cuánto dinero necesitaríamos etc, etc. El día de salida programado fue el sábado 21 de septiembre a las 6.00 hs, con Joaquín nos encontraríamos en la rotonda de Gutiérrez (Alpargatas) y con Mati en el peaje de Hudson a las 6,10 hs.
La noche del 20, la ansiedad no dejo que ninguno de los tres pudiéramos descansar adecuadamente, en lo personal sentía esa sensación mezcla de alegría, intranquilidad, una rara excitación, mariposas en la panza…, me hacía acordar a cuando estaba en la secundaria antes de rendir un examen, era la 1.00 hs y no podía dormir, pensaba que me tenía que levantar a las 5.00 hs y más ansioso me ponía, consultados mis compañeros de viaje, a ellos les paso igual, así que todos estábamos mal dormidos
Como de costumbre yo llegue 10’ tarde a la rotonda y juntos llegamos más tarde a Hudson. Finalmente nos encontramos con Matías, los saludos de rigor y finalmente nos pusimos marcha a las 6,30 hs. Yo había reservado una cabaña para tres personas en Santo Tome, provincia de Corrientes, distante 940 km desde donde estábamos, hacia allí partimos, atravesamos Capital Federal sin problemas, un sábado de madrugada poca gente había, al pasar por Costa Salguero vimos como salían de bailar muchachos y chicas bastante borrachos.
Anduvimos a buen ritmo las tres motos hasta Zarate, antes del puente, llenamos los tanques. La Tornado tiene para recorrer entre 200 y 250 km, según el viento que haya y la velocidad a que se viaje, así que se decidió que Matías marcara los lugares donde debía cargar, ya que la Dauville de Joaquin tiene para 300 Km igual que mi V Strom, Tomamos un buen café y seguimos.
Matías con su espectacular filmadora Go Pro ya había empezado su trabajo de registrar todos los acontecimientos del viaje, pasamos el puente de Zarate y a unos 50 km del mismo, comenzó un pertinaz viento en dirección sud oeste que hacía que la Tornado se esforzara mucho para mantener la velocidad, e igual se retrasaba, para colmo traía mucho equipaje, tan es así que entre el viento, el peso y la velocidad, se quedó sin nafta antes de los 200 km. Sabíamos que Joaquín lleva un bidón de 5 lts en los valijones, ( lo que en varios tramos salvo a la Tornado de quedar varada).
Subsanado el inconveniente le propuse a Mati que me pasara la mitad de su equipaje, era una enorme mochila que coloque en la parte trasera del V Strom apoyada en la parte trasera del asiento y las dos maletas laterales que llevaba, la sujetamos con dos tensores y seguimos viaje, parecía ir montado en camello entre el bolso de tanque más la mochila más los valijones laterales, más el valijón de cola, iba cargadísima la Suzuki, yo quedaba virtualmente calzado entre todos esos bultos, esto, mas una boludez mía, me trajo un problema que más adelante contare.
La autovía 14 está muy buena, pero casi no hay lugares donde comer, así que seguimos palo y palo, pasamos por las entradas de Gualeguaychu; Concepción del Uruguay; Colon; Concordia; Chajari; Monte Caseros; Paso de los Libres, llegando luego a Santo Tome a eso de las 17,00 hs .
El hotel se llamaba Las Cabañas, dado que cada habitación era una cabaña aparte distribuida en un gran parque, mucho verde, plantas con flores y árboles, realmente muy lindo, no tenían cocina, solo para dormir. La cabaña era muy confortable, tres camas, una de matrimonio y dos individuales, yo llegue primero así que…..me agarre la matrimonial, JE! Mis compañeros no dijeron nada, así que cada cual se acomodó en su lugar, bajamos los petates y nos dispusimos a planear la otra etapa. Allí tome conciencia de la cantidad de boludeces que había llevado “por las dudas”, que me dije…ahora jodete tendrás que llevar de paseo más de la mitad de la ropa y calzado. Debo decir que siempre me pasa lo mismo, a la hora de hacer la valija pongo cosas de mas que no uso, es una tara que tengo.
Hacia frio esa tarde así que prendimos el calefactor y nos dimos un baño bien caliente, prometiendo ir a comer temprano, ya que al otro día queríamos salir temprano hacia Puerto Iguazú. Teníamos la idea de pasar primero por las ruinas de San Ignacio, pero nos dijeron que había estado lloviendo durante tres días en forma alternativa, que era muy dificultoso caminar entre las mismas, ya que los senderos son de tierra y había mucho barro, de ese rojo que se forma en esa zona, así que decidimos ir en forma directa a Iguazú, razón por la cual modificamos la hoja de ruta.
El hotel tenía un comedor muy bien dispuesto, buena ambientación, buena música de la vieja (década del 70/80) y muy buena carta de vinos….Pensamos en unas pastas que para la noche se digiere mejor que la carne, así que pedimos Matías canelones, yo espaguetis y Joaquín correntinos. Me toco elegir el vino, ya sabíamos Joaquín y yo que siempre tomamos vino y nos gusta el buen Malbec, elegí, finca La Linda (un vinazo), le preguntamos a Matías, vos tomas vino??, no, no me gusta el vino…, contesto, voy a tomar agua saborizada, hasta ahí todo bien, llego el vino, el agua, la panera y un aderezo para untar el pan y comenzamos a picar, no recuerdo quien propuso el primer brindis y allí Mati, dijo, bueh!! Dame un poquito para probar con el brindis….., brindamos por ese viaje y por qué se repita en otros lugares, Matías tomo un sorbo, saboreo el vino, miro la copa, y dijo, ha!!! Pero… esto me gusta…..!!, no está nada mal!!, a partir de ese momento Matías tomo vino en todas las comidas en que lo pedimos…..basta de agua o gaseosa, con salsas o carne, iba vino tinto. No sé si seguirá así, pero durante todo el viaje, siempre se prendió con nosotros. Bienvenido al Club!!!.
Terminamos la agradable cena, realmente estábamos muy cansados, así que nos fuimos rumbo a la cabaña con la intención de dormir temprano, eran las 10,30 hs, habíamos decidido no salir muy temprano ya que faltaban solo 450 km a Iguazú y sabíamos que dormiríamos un poco más.
Este fue el resumen del primer día de este viaje, mañana les cuento el segundo. Disculpen si me explayo demasiado, pero no puedo escribir mas corto.
En fotos que subio Matias pueden ver como venia montado en V Strom, "calzado" en el asiento, pero recotra feliz......
Voy a poner alguna que otra humilde fotito, ya que no se como se reduce el peso de las mismas, solo por ponernal, nada mas ya que esta tarea esta esta dividida, Matias las imágenes y yo el relato...todo organizado......

La tarde se presentaba fría, el cielo estaba nublado, nosotros llegamos a las 17,30 a Santo Tome, cuando entro la noche no se veía ni una estrella, el pronóstico anunciaba lluvias por la mañana en Iguazú, eso nos hacía pensar que viajaríamos con lluvia, nos fuimos a dormir pensando en eso, era un presagio.
Durante la tarde cuando llegamos el día anterior habíamos querido tomar mate, Joaquín busco el agua en el restaurant y Matías lo comenzó a cebar y nos encontramos con que los correntinos toman el mate muy muy caliente, a punto tal que se quemó la boca, el mate estaba intomable, asi que lo dejamos y esperamos la cena.
Cuando nos bañamos el día anterior en que llegamos, veía que el agua caliente salía como para hervir los fideos, así que a la mañana probé sacando agua de la canilla del lavatorio y aleluya!!! El agua estaba justa en su temperatura para unos amargos!!!!, así que prepare el mate de la mañana. Para mí el mate mañanero es necesario, casi imprescindible, porque me despierta, (la yerba mate tiene un alcaloide, que es más fuerte que la cafeína). Joaquín casi no toma mate, se fue a desayunar, yo me cebe unos cuantos mates y desperté a Matías, tomamos unos cuantos y luego fuimos a desayunar al restaurant del complejo, tomamos un buen café con leche, medialunas mermeladas, etc. etc.
Preparamos los bártulos, cargando todo en las motos tal como habíamos venido, Joaquín, oteando el cielo dice….yo me pongo el traje impermeable…., a lo que respondimos, no, no va a llover ahora, nosotros no nos ponemos el impermeable…., pero por las dudas dejamos los trajes y galochas a mano, hicimos algunas fotos con la bandera de M y V e inmediatamente nos pusimos en marcha rumbo a Iguazú, pero como habíamos cambiado la ruta, tomamos hacia Virasoro, pasando por San José; Güemes; Cerro Azul; Leandro Alem; Oberá; Campo Viera; Aristóbulo del Valle, todo por la ruta 14, en Dos de Mayo nos desviamos hacia el oeste por la ruta 11 hasta El Alcázar, desembocando en ruta 12, de allí tomamos hacia el norte llegando a El Dorado, donde tuvimos un almuerzo pantagruélico.
Pasando Oberá comenzó una incipiente llovizna, razón por la cual Matías y yo decidimos ponernos los trajes para agua. A mi me paso algo tonto, al parar pensé que había bajado bien la muleta, pero no fue así, y cuando hago el movimiento para bajar de la moto se me viene hacia el costado izquierdo apoyándose en los valijones laterales, nada grave, solo se apoyó, pero sin ayuda ni loco hubiera podido enderezarla, alguien me tomo una foto….
Para ese momento veníamos tomando fotos y filmando a troche y moche (que ventaja es la foto digital!!!, podes tomar 1000 fotos y descartar la mitad si no te gustan!!). La llovizna se hizo lluvia desde Dos de Mayo nos acompañó casi hasta El Dorado, señalo que el camino de la ruta 11 que una la 14 con la 12 es espectacular!! Es un camino de cerros bordeado de frondosa selva que combina subidas y bajadas con curvas y contra curvas, ese camino lo hicimos con una lluvia moderada, por momento algo más fuerte y por momento una llovizna, realmente muy divertido manejar allí, todos estábamos chochos con ese trayecto. La ruta es provincial, no muy bien mantenida, con poco tránsito, sin demarcar, pero solo fueron 48 km, así que no ofreció ninguna dificultad. Esa es una zona con cerros al igual que casi todo Misiones, son estribaciones bajas, pero hace que el camino sea de subidas y bajadas, como ya dijera y con curvas en el medio. Ese pedazo de ruta en particular es bastante trabado, pero muy divertido.
En otro orden de cosas, cabe mencionar en un párrafo aparte la increíble Tornado de Matías, la llevo a fondo casi todo el camino para mantener la velocidad de nuestras motos y ni mosqueó, es una moto espectacular, al decir de muchos el 250 cm3 es uno de los motores más fuertes y confiable que ha hecho Honda, me saco el sombrero y saludo con admiración al Tornado que se banco todo el trayecto ida y vuelta al máximo régimen.
Retomando, como dije, llegamos a El Dorado, cargamos nafta y nos indicaron un parador para comer, era un parador turístico que atendía de corrido, ya que para esa hora 14,30 hs en provincia no hay casi nada, pero allí había casi de todo, paraban los buses internacionales y era tenedor libre. Acomodamos las motos a un costado de la entrada que estaba en subida (mal hecho) y nos fuimos a comer, el mozo nos indica como es el sistema. “acomódense que les voy trayendo la carne calentita” que hay? Preguntamos, bueno chorizo, morcilla; Chinchulines; ubre; asado; vacío; pechito de cerdo; bondiola, está bien, dijimos…. vaya trayendo por favor…., las ensaladas eran de libre consumo, igual que los postres…había una enorme mesa con variados ingredientes, cada cual se servía lo que quería, en la cantidad que deseara, todo eso por $ 85, más la bebida que se pagaba aparte. Tomamos agua saborizada, ya que nos esperaban todavía 100 km más y estábamos cansados del día anterior. Como el mozo iba trayendo y estaba tan rico todo, comíamos y comíamos…hasta que tuvimos que decir basta!!!, no podíamos mas
Durante el almuerzo se largó un chaparrón muy fuerte, y dijimos…., menos mal que estamos aquí, esperaremos que pare un poco para salir, fuimos a ver como estaban las motos y descubro que yo había puesto la V Strom debajo de una canaleta……le caía un chorro de agua que parecía la manguera de los bomberos, Joaquín me ayudo a acomodarla fuera de esa catarata, me moje un poco, pero no había remedio tenía que correrla.
Les quiero contar que el camino de la ruta 12 desde Posadas a Puerto Iguazú, es extremadamente bello, esta bordeados por pinos elliotis y otras clases de árboles, pero todo verde, como si fueran paredones verdes a los lados, entre la ruta y los arboles hay un espacio que en parte esta con pastos de color verde intenso y en parte de tierra de aproximadamente tres/cuatro metros por lado, la tierra que se ve es de color rojo oscuro, que luce así cuando esta la tierra mojada, muy agradable para ver, el color se debe a que es una tierra con mucho hierro en su composición, este se oxida con el oxígeno del aire y la lluvia y de allí deriva ese color tan extraordinario, los contrastes hacen que los colores sobresalgan aún más.
Ese camino tiene rectas enormes, con bajadas y subidas de envergadura, muy pronunciadas y muuuy largas, sin exagerar deben tener más de 1000 metros, algunas mucho más, se ve a lo lejos los autos casi como un punto en el horizonte, las curvas son muy accesibles, amplias, mucha visibilidad, se pueden tomar a una velocidad relativamente alta, hay en casi todo el trayecto una tercera trocha que alternativamente cambia de mano, está realmente muy buena. Cabe destacar que Misiones está mucho mejor mantenida y señalizada que Corrientes, es notable el cambio cuando se pasa de provincia.
Recorrimos los últimos 100 km que nos faltaban hasta Iguazú, alternando con un poco de lluvia suave, entramos en Iguazú y pare para poner la dirección en el GPS, una vez ubicado nos dirigimos allí, el hotel en que había reservado era el Iguazú Waterfalls, que lo mejor que tenía era su ubicación, estaba enclavado en pleno centro de la ciudad, pero el hotel no era lo que se anunciaba en internet, personalmente tuve un entredicho medio áspero con el administrador y algo se acomodó, pero como eran tres días, y estábamos allí, pensé que lo esencial estaba y me lo banque lo que no me gustaba. En realidad eran cosas menores, pero que hace al confort por el que uno paga. Teníamos cada cual su habitación, las motos se guardaron en una cochera improvisada pero bajo techo.
Joaquín y Matías se bañaron y salieron a caminar por el lugar, yo estaba tal lleno con la carne que comí que no tenía nada de hambre, sumado al cansancio que tenía, no fui de la partida, me bañe y me puse a mirar TV, llame a mi familia para tranquilizarlos y me dormí hasta el otro día, me di cuenta que los 63 años comienzan a contar…el aguante disminuye, pero el espíritu sigue intacto!!!!